Luchar contra la erosión puede tomar la forma de plantar las dunas, una alternativa “blanda”, económica y ecológica, cuya eficacia se puede comprobar en la región de Somo y Loredo. Las dunas protegen las zonas interiores. Para restaurarlas, existen métodos dichos “blandos” como las plantaciones dunares. Las plantas, además de su capacidad de estabilización, hacen perder velocidad y capacidad de carga al viento, que entonces deposita la arena y hace crecer las dunas. Cerca de Somo, el vivero de Loredo produce un millón de plantas al año que sirven para restaurar las dunas de Cantabria y de toda España. También es importante vigilar las plantas colonizadoras, que pueden invadir los hábitats dunares y desequilibrar el trabajo de restauración. La plantación de las dunas es una estrategia ventajosa: es un sistema eficaz que se mantiene solo, que costa poco y que es respetuoso del medio ambiente y de la biodiversidad. Estos métodos, ya utilizados en una gran parte de Europa, son soluciones durables y fácilmente aplicables para proteger las costas.

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