Los pellets de plástico, también conocidos como nurdles o lágrimas de sirena, son pequeñas esferas (normalmente menos de 5 mm) que se utilizan como materia prima en la fabricación de los artículos de plástico. Debido a la falta de regulación en la cadena de valor y a malas prácticas, los pellets se “pierden” en las distintas etapas de la cadena de producción y distribución del plástico (producción, transporte, reciclaje…) A nivel europeo, los pellets son, la segunda fuente de contaminación primaria por microplásticos. Esta contaminación puede ser el resultado de incidentes puntuales como recientemente en la costa de Sri Lanka, o de una contaminación crónica, recurrente y continua, como es el caso en Tarragona, donde se estima que en 2019 había hasta 120 millones de pellets en la playa de La Pineda cerca del complejo petroquímico de Tarragona. En junio de 2021, Surfrider Foundation Europe, Surfrider España y Good Karma Projects realizaron una expedición científica de 10 días entre Tarragona y las islas Baleares, confirmando que la contaminación por pellets en el Mediterráneo es general y alarmante, y que es necesario buscar soluciones.

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