Frente a la
erosión y el avance del mar hacia el interior se ofrecen varias estrategias.
Cada una de ellas tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Este curso las
explicará en detalle para entender mejor los retos de la gestión del riesgo de
erosión. Así podremos, tal vez, tomar las medidas necesarias para una gestión
común y sostenible de nuestro entorno costero.
Para descubrir cuáles son las estrategias aplicadas en los diferentes litorales franceses, consulta nuestro mapa interactivo.
http://fr.oceancampus.eu/carte-erosion
El apoyo de la Comisión Europea para la producción de esta publicación no constituye una aprobación del contenido, el cual refleja únicamente las opiniones de los autores, y la Comisión no se hace responsable del uso que pueda hacerse de la información contenida en la misma.
Los litorales son espacios atractivos sometidos a una fuerte presión demográfica. En España, el conjunto de localidades costeras representa solo el 5 % del territorio, pero, no obstante, concentran una tercera parte de la población.
Se trata de
territorios variados con entornos muy diferentes (playas, acantilados, dunas,
estuarios) que se utilizan para múltiples actividades (comerciales e
industriales; puertos comerciales, pesqueros y de ocio; actividades náuticas,
etc.). Por otra parte, debido a su diversidad, los litorales atraen numerosos
turistas. Por ejemplo, durante el período estival,
Por otro lado, en
un contexto de incremento de los fenómenos meteorológicos marinos, como las tormentas,
y teniendo en cuenta el crecimiento demográfico de los territorios costeros,
las comunidades litorales replantean la manera de construir en los litorales.
De esta manera,
se han puesto en marcha varias estrategias para proteger los elementos en la
costa francesa. Se distinguen así cuatro tipos de estrategia: la defensa o
lucha activa, la acomodación, o acompañamiento de los procesos naturales, la
reubicación o el repliegue estratégico, y por último la vigilancia pasiva.
En función de los
elementos que se tenga que proteger (viviendas, infraestructuras, medios
naturales, etc.) se elijara diferentes estrategias.
Tradicionalmente,
la erosión costera se combate mediante obras de defensa denominadas «duras»
para repeler los ataques del mar (espigones, muros, rompeolas, etc.). Estas
técnicas tienen, a menudo, una acción protectora muy localizada con efectos
agravantes cerca del área protegida.
Para resolver
estos problemas, se desarrollan otros sistemas de protección denominados
«blandos» con la ventaja de integrarse mejor en el paisaje natural y presentar
un menor impacto en la biodiversidad.
1. Las
construcciones rígidas (diques, espigones, escolleras, etc.)
Estas técnicas se
basan en dos principios diferentes:
- las construcciones perpendiculares a la costa, como los espigones, permiten, en particular, minimizar el transporte de la arena debido a las corrientes laterales (deriva litoral). Las playas reciben un aporte de arena aguas arriba y, al mismo tiempo, la energía de las olas disminuye.
Dique en Castellón de la Plana. ©Emilio Garcia.
- las construcciones paralelas a la costa (diques, rompeolas, escolleras, etc.) obstaculizan a las olas y fijan la línea de costa.
Rompe-olas, Castillo de Santa Bárbara en Alicante. ©Faisal M
Inconvenientes:
-
impacto extremadamente elevado tanto en el paisaje como en la
biodiversidad;
-
costes muy elevados;
-
alteración, incluso eliminación, de las actividades de ocio como el surf
; - erosión reforzada aguas abajo de estas construcciones (lo que sólo tranzlada el problema).
Una mayor erosión a lo largo de la costa. ©Surfrider Foundation Europa
2. Intervenciones
ligeras (aporte de arena, elementos geosintéticos)
El objetivo es
presentar una estrategia ante el mar que esté basada en la difusión de la energía de las olas y presente una
modificación menor del ecosistema.
Estas instalaciones permiten preservar una playa seca en marea alta, a diferencia de las construcciones rígidas. Por otra parte, el impacto en el paisaje y el costo de estos métodos llamados ligeros es mucho menor que en los métodos rígidos. Otra ventaja de la lucha activa ligera es que la mayoría de las actividades de ocio del litoral no se ven alteradas.
Aporte de arena por barco. ©City of Gold Coast
Aporte de arena por tierra, playas de Tarifa, Cadiz. ©Mapama
Tubos geosintéticos. ©Novintiss
Inconvenientes:
- vida útil y eficacia menores
en el tiempo;:
-
estructuras que requieren un mantenimiento más frecuente;
-
alteración de la biodiversidad debido al aporte de arena;
-
riesgo de falta de arena (por ejemplo, en Lacanau: para 1,2 km lineales,
se estima que la arena necesaria anual será de 72 000 m3).
Las dunas y las zonas húmedas son protecciones naturales del litoral. Su rehabilitación o su refuerzo pueden retardar el fenómeno de la erosión y disminuir así el riesgo de submersión.
Rehabilitación. ©Surfrider Fundación Europa.
1. Rehabilitación
de las dunas
Para la rehabilitación de las dunas, se apoyan los procesos naturales instalando palos hidráulicas y plantando vegetación para fijar la arena. De esta manera, se evita que la arena transportada por el viento avance en el interior. La duna se estabiliza e incluso puede ganar terreno contra el mar.
Este proceso es lento y requiere paciencia y una particular protección para evitar el pisoteo. Esto obligará a los usuarios a hacer desvíos para acceder a la playa; pero este pequeño esfuerzo obtendrá su recompensa a largo plazo al preservarse una playa sana, que ofrezca al usuario todas las posibilidades de relajarse en las actividades costeras.
Reahabilitación de la duna de Capbreton, Francia. ©Ciudad de Capbreton.
Inconvenientes:
-
mantenimiento periódico de las dunas y aplicación de protecciones
indispensable;
-
ralentización de los procesos de erosión, pero sin detenerlos;
-
aplicación solo en zonas con un cordón de dunas amplio ya existente.
2. Rehabilitación
de las zonas húmedas
Muchas zonas
húmedas del litoral francés se secaron a lo largo de los últimos siglos para
ganar terreno cultivable o urbanizable, para luchar contra los mosquitos (por
ejemplo, el bosque de las Landas) o para facilitar el acceso al litoral. Estas
zonas representan, no obstante, zonas de «amortiguación» que pueden absorber
importantes cantidades de agua y que son capaces de ralentizar las olas en caso
de tormentas. Disminuye así, de manera considerable, el riesgo de inundación y
se restablece la biodiversidad...
Además de su capacidad de protección de la costa, al rehabilitarse las zonas húmedas sería posible participar en el desarrollo de actividades de ocio como la pesca, la observación naturalista, los paseos, etc. Esto supone una ventaja real para un territorio y sus habitantes, mejorando así el entorno vital con una auténtica gestión del desarrollo sostenible.
Paseo fluvial, Humedal da Xunqueira, Ares.
Inconvenientes:
-
solicitud de dejar amplias zonas del litoral en estado natural;
-
desarrollo turístico limitado al turismo ecológico
La reubicación prevé la demolición y el desplazamiento tierra adentro de los bienes y las actividades desde la costa hacia el interior. Esta solución se considera cuando el mantenimiento de la línea de costa es técnicamente imposible o cuando los costos son demasiado importantes.
Reubicación. ©Surfrider Foundation Europa
En zonas con fuerte retroceso de la línea de costa, la reubicación puede también considerarse cuando solo afecta a unos pocos bienes y el desplazamiento puede hacerse con facilidad (por ejemplo, un camping).
Camping Las Palmeras en Tarragona. ©Vayacamping La cornisa Vasca en Hendaya. ©QueFaireAuPaysBasque
Esta estrategia requiere una gran anticipación por parte de las comunidades y se apoya en un trabajo importante de información para convencer a los afectados (habitantes y comercios). Aunque parece ser la única solución a largo plazo frente al riesgo de erosión incrementado en ciertas zonas, es muy delicada en su aplicación, principalmente por la espinosa cuestión de la indemnización de las personas afectadas, para la cual es difícil encontrar los fondos necesarios.
Como ejemplo, el bloque residencial Le Signal, situado en Soulac-sur-Mer, en Gironda, tuvo que ser evacuado de urgencia en 2014. Tras cuatro años de querellas administrativas, el Senado votó en diciembre de 2018 la indemnización de los propietarios.
Edificio "Le Signal" en Soulac-sur-Mer.
Inconvenientes:
-
numerosos puntos de bloqueo normativos, operativos y financieros que hay
que superar;
-
aplicación muy larga, lo que a menudo implica encontrar una solución de
protección temporal costosa;
-
requiere un estudio de viabilidad previo que implica a todos los
estamentos locales;
-
baja aceptabilidad social (difícil convencer a los afectados)
Se trata de dejar que la naturaleza se adapte por sí misma, sin intervención humana. El ecosistema, a menudo, es capaz de encontrar su funcionamiento normal tras sufrir una perturbación externa (por ejemplo, una tormenta). Hablamos de la facultad de «resiliencia».
Vigilancia pasiva. ©Surfrider Foundation Europa
Estas zonas
naturales quedarán, sin embargo, bajo vigilancia de los organismos habilitados
que estudiarán su evolución para anticipar a cualquier cambio.
Los costos son menores. Lamentablemente, pocos
lugares en Francia pueden disfrutar de esta situación. El desarrollo turístico
y demográfico reduce cada vez más estos espacios.
Por ejemplo, la creación de las zonas Natura 2000 o la compra de terrenos por el Conservatorio del litoral son medidas que permiten preservar espacios vírgenes y por lo tanto, zonas colchón.
Zona Natura 2000, Carnota Monte Pindo en Galicia. ©Costa Da Morte
Inconvenientes:
-
son pocas las áreas que se ven afectadas;
-
se requiere un buen conocimiento de los territorios.
A menudo, las colectividades
aplican diferentes estrategias en su territorio, en función de la configuración
de sus costas, el presupuesto y los elementos que se desea proteger. Se trata
de decisiones difíciles, para las cuales el concierto entre las partes
interesadas (órganos de decisión, gestores, usuarios, habitantes, comerciantes...)
juega un papel primordial.
Línea de costa:
límite entre la tierra y el mar. En ocasiones es difícil definirlo en un
litoral en constante movimiento, como pueden ser los litorales arenosos.
Nosotros lo definimos así: costa arenosa = límite del pie de la duna; costa
rocosa = límite del alto del acantilado.
Palos hidráulicos: barrera formada por listones de madera verticales ensamblados,
separados unos de otros por un espacio que determina la permeabilidad de la
barrera.